En los bocados el hierro se encuentra unido a la anilla portarienda por las “patas” y se compone además, y a diferencia de un filete, de la cadenilla o barbada. Con un bocado, la presión se estará realizando sobre la lengua, las barras, la barbilla, la nuca, y en los casos de los de puente alto, en el paladar. El efecto que consigue el jinete sobre la boca de su caballo es un efecto “palanca”. Los bocados portugueses se distinguen del resto de bocados por el estilo de sus patas.